El verdadero significado de la Navidad
- Daniela Guillén.
- Dec 7, 2017
- 2 min read

La celebración de las fiestas navideñas gusta mucho a los niños. Pero muchas veces desconocen el origen de estas fiestas. Explicar a los niños de dónde proceden estas celebraciones es una buena manera de que comprendan el significado de la Navidad. Así, les estaremos transmitiendo el sentido cultural de estas fiestas. Es importante explicar a los pequeños el significado de la Navidad, más allá de la diversión y los regalos.
Muchas personas tienen la percepción de que la Navidad es la ocasión perfecta para hacer regalos, dan y reciben obsequios, gastan altas sumas de dinero innecesario para cosas que quizás no lleguen a usarse y les encanta la parte que dice que “la Navidad es la época para dar y recibir”, sin embargo, no aplican a fondo este dicho.
Para los dueños de negocios, la Navidad es una celebración totalmente comercial, donde hay miles de ofertas por todos lados y es la oportunidad perfecta para llenar sus cuentas bancarias. No estoy en contra de comprar y regalar, pero la navidad es mucho más que eso.
Otros más extremistas, piensan que las fiestas decembrinas son exclusivamente para beber y para gozar, aprovechan los días de algarabía y el bono laboral y se tiran a las calles a celebrar “de verdad” como dirían ellos.
Una de las premisas más bonitas que he escuchado en cuanto a las celebraciones navideñas es: “Época perfecta para compartir en familia”. ¡Esta parte si me gusta mucho!
Mi opinión personal de lo que es espíritu de Navidad, “Es donde simbólicamente esperamos el nacimiento del niño Jesús, lo que nos permite sacar a flote nuestro espíritu de amor y servicio. Amor que cada vez se hace más escaso en el mundo y servicio que si todos implementáramos, nos haría más felices”.
Enseñemos a nuestros niños a que no solo deben esperar obsequios, también deben compartir, servir y agradar a los demás.
Enseñemos a dar sin esperar a cambio, pero sobretodo a quienes realmente estén necesitados de amor, más que de cosas materiales.
Enseñemos a decir ¨Gracias¨ y a ¨pedir¨ con fé, pero no por cosas materiales, sino por la paz del mundo, por la salud los enfermos y por cobijo de los necesitados.
Todos los significados anteriores podemos llevarlos a cabo sin caer en el exceso y el egoísmo. Pensemos que lo que inculcamos a nuestros hijos hoy, será lo que definirá como será en el mañana. Abramos primero nuestras manos para “dar” y estas automáticamente “recibirán”. Solo “nosotros” podemos actuar y forjar un mejor futuro donde las armas sean cambiadas por juguetes, la maldad por risas y desesperación por amor.
¿Y para ti, cuál es el verdadero espíritu de la Navidad?
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